Niños secuestrado y vendidos como esclavos en China
Más de 1.000 niños fueron secuestrados en varias provincias chinas -especialmente en Henan- y vendidos en la de Shanxi para trabajar como esclavos en fábricas de ladrillos, según informó ayer el Diario del Pueblo, órgano oficial del Gobierno. "Algunos habían estado aislados del mundo exterior durante siete años, recibieron palizas y resultaron mutilados por intentar escapar. Los vigilantes también les quemaron las espaldas con ladrillos ardiendo", afirman algunos padres en una carta, citada por el diario. Los chicos eran vendidos por 500 yuanes (unos 50 euros).
Unos 400 familiares han buscado ayuda en Internet, después de haberse gastado sus ahorros intentando encontrar a sus hijos, en la mayoría de los casos sin éxito. Los chavales trabajaban 14 horas al día, recibían poca comida y eran golpeados con frecuencia, según ha publicado el periódico en su página web en chino. Algunos incluso fueron enterrados vivos cuando sus heridas empeoraron.
Los niños -el menor de ellos de ocho años- solían ser secuestrados cerca de las estaciones de tren o de autobuses. Después, eran llevados a ciudades como Yuncheng, en Shanxi, de gran tradición en la fabricación de ladrillos.
--- Mas niños robados en China ---
En china, al menos 70 mil niños son secuestrados de las calles cada año por organizaciones criminales. El documental Los niños robados de China, describe esta situación desde todos los ángulos. La situación que padecen unos padres desesperados que buscan a su hijo que ha sido robado y deben contratar a detectives privados para que sigan buscando a Chen Jie, de 4 años, ante la ineficacia de la policía. La dramática historia de una pareja de adolescentes que esperan un hijo y al no estar casados se ven obligados a vender a su hija. El traficante de niños que reconoce que vendió a uno de sus dos hijos, una familia acomodada que decide comprar un niño en el mercado negro y el pequeño Yoing Yang, de 4 años, que fue secuestrado y recuperado por las autoridades chinas tras tres meses de intensa búsqueda
Los pequeños son abiertamente ofrecidos en los mercados callejeros de las grandes ciudades o sacados del país en camiones de carga a través de las fronteras con Vietnam.
'Niños esclavizados para hacer juguetes
(Son los que regala, entre otros, Mc Donald´s en sus promociones !! )
En China, niños entre 12 y 17 años fabrican juguetes en condiciones de esclavitud.
rabajan entre 14 y 18 horas. Tienen 15 minutos para comer y cuatro horas para dormir en cuchitriles situados en las mismas fábricas. Al anochecer, las trabajadoras son registradas para comprobar que no han robado nada. Con sus puertas de metal y sus barrotes en las ventanas, estos talleres parecen más un cuartel militar. Así es como los chinos son competitivos.
Montar, empaquetar, montar, empaquetar, montar, empaquetar,... Las 600 jóvenes trabajan como robots, sin levantar la mirada, darse un respiro o hablar entre ellas. Todas han llegado del campo tratando de salir de la pobreza y aquí están, montando y empaquetando muñecos de plástico, entre 14 y 18 horas al día, 15 minutos para comer, permisos reducidos para ir al servicio y cuatro horas para soñar que en realidad no están durmiendo en los cuchitriles situados en la última planta de la fábrica. Una ruidosa sirena les devuelve a la realidad y anuncia el nuevo día mucho antes de que amanezca. Las empleadas saltan de la cama, se ponen las batas y forman en línea antes de correr escaleras abajo hacia sus puestos. La gigantesca nave está situada en las afueras de Shenzhen, la ciudad más moderna del sur de China, rodeada de otros almacenes parecidos, más o menos grandes, algunos con más de 5.000 empleadas.
En China se las conoce como dagongmei o chicas trabajadoras. Jóvenes y adolescentes dispuestas a producir, producir y producir sin descanso por un sueldo de 15.000 pesetas al mes del que los jefes descuentan la comida y lo que llaman “gastos de alojamiento”. Las cientos de miles de factorías de mano de obra barata repartidas por todo el país son la otra cara de ese made in China que ha invadido las tiendas de todo el mundo, desde los artículos de las tiendas de Todo a 100 a las lavadoras o la ropa de marca. Y para las dagongmei, estas fábricas son su casa, su familia, su celda.
En ellas los supervisores se encargan de que no descansen y de que la producción nunca disminuya.
Cada trabajadora es registrada al finalizar la jornada para comprobar que no se ha llevado ninguna unidad de los juguetes, llaveros, gorras o cualquier otra cosa que estén fabricando dentro del sinfín de productos elaborados a precio de saldo.
Si quebrantan las reglas internas o no rinden al nivel esperado, un sistema de penalizaciones permite a los jefes reducir el sueldo o los ocho días de vacaciones que se conceden al año. “Hay que vigilarlas; si no, se relajan”, dice entre risas el patrón de una fábrica de Shenzhen que confecciona diminutos juguetes de plástico.
Miles de empresas estadounidenses y europeas -entre ellas medio centenar de españolas-subcontratan fábricas chinas similares a esta para llevar sus productos a Occidente al mejor precio. “Si no fuera así, no sería rentable y nos iríamos a otro país”, reconoce un empresario estadounidense que mantiene cerca de 40 talleres en el delta del río de la Perla, donde trabajan seis millones de dagongmei.
No son ni siquiera la décima parte de las que hay en todo el país, alrededor de 70 millones. Sobrecogida por esta realidad, la profesora del Centro de Estudios Asiáticos de la Universidad de Hong Kong, Pun Ngai, se decidió a pasarse por una campesina más, buscó una factoría y pasó seis meses viviendo y trabajando en una fábrica de productos electrónicos de Shenzhen para comprobar cómo viven las explotadas trabajadoras chinas.
El dormitorio donde fue alojada, situado en la última planta, tenía compartimentos donde debían dormir hacinadas hasta 15 jóvenes. La mayoría de ellas sufría de anemia, dolores menstruales o problemas en la vista, en el caso de las que tenían que montar diminutos productos a ojo sin apenas descanso. Otras enfermaban envenenadas por el contacto con productos químicos utilizados en el trabajo o simplemente desfallecían de cansancio tras interminables jornadas en las que se les daba de comer un simple plato de arroz al día.
“Les niegan todos los derechos, no tienen el permiso de residencia aunque pasen 10 años trabajando en el mismo lugar. Las tiendas o los médicos de las ciudades donde están situadas sus fábricas les cobran más que al resto de los vecinos”, asegura la profesora, que ha reunido su experiencia en varios informes.
Las pesquisas de Pun Ngai no son las únicas. La investigación de un periódico de Hong Kong descubrió en agosto pasado que los juguetes que la multinacional de hamburguesas Mc Donald´s regalaba en sus promociones en el país asiático estaban siendo elaborados en China por adolescentes de entre 12 y 17 años. Las menores trabajaban sin descanso de siete de la mañana a 11 de la noche, todos los días de la semana. En ocasiones la jornada se alargaba hasta las dos de la mañana a cambio de un sueldo de 400 pesetas al día y una habitación de 25 metros cuadrados a compartir con otras 15 chicas.
El Comité Industrial Cristiano de Hong Kong, una ONG que se dedica a rescatar a los pequeños
que trabajan en esas condiciones, envió un equipo de investigadores a la fábrica subcontratada por la cadena de restaurantes americana. Las historias que escucharon se parecían todas a las de Wang Hanhong, de 12 años: “Mis padres no querían que viniera. Lloré e imploré para que me dejaran porque quería ver el mundo. Mi familia tiene otros tres hijos, pero todos van al colegio. Quiero ahorrar dinero para que mis padres puedan sobrevivir”.
Bebé vuelve a casa
La red de internet china no sólo destaca por vivir bajo la censura sino que en ella también tienen cabida rincones como "Bebé, vuelve a casa", un portal que recaba información sobre menores desaparecidos y es un último recurso para padres desesperados y arruinados en su infructuosa búsqueda.
"Los años no pueden rebajar la intensidad de los lazos familiares, no pueden cortar la creencia de los que están juntos", reza la web "Baobeihuijia" en su portada.
"Internet está en alza en China, pero nadie había pensado en esta plataforma como medio para hacer frente al secuestro de niños", explicó a Efe Zhang Baoyan, fundadora de "Baobeihuijia".
"Nuestro objetivo es ayudar, sin ningún ánimo de lucro", afirmó Zhang, que insistió en diferenciar su obra de la baraja de póquer con los rostros de 52 niños desaparecidos realizada por Shen Hao, un informático del sur de China, que cobra 15 dólares a los padres.
Zhang explicó que "Baobeihuijia" tiene como principal cauce de comunicación el servicio de mensajería instantánea QQ, muy popular en China, y utilizado por sus voluntarios.
Pese al afán de promocionar la web entre los chinos, cada vez más concienciados del problema, Zhang se mostró muy reticente a que su actividad se conozca en el extranjero, en parte por altruismo y en buena medida porque "los trapos sucios se lavan en casa".
"Es el engaño de los niños, algo terrible, y no es bueno que se sepa que esto ocurre en China", sentenció Zhang, que no quiso pronunciarse sobre los recientes escándalos de menores secuestrados y esclavizados en fábricas de ladrillos.
Los voluntarios de "Baobeihuijia" fotografían con su teléfono móvil a los niños que mendigan por las calles y la web abre también sus puertas a los padres para que cuelguen las fotos de sus hijos desaparecidos.
Desde su inauguración el 30 de abril, la página ha recabado casi 600 fichas con instantáneas y otros datos, como el dialecto que hablan los niños perdidos, marcas de nacimiento, recuerdos de su infancia, nombre de su madre biológica y problemas de salud.
O las circunstancias de su desaparición: la mayoría son secuestrados a la salida de la escuela y en los mercados callejeros, aunque algunos son simplemente abandonados por ser niñas o deficientes mentales.
Muchos niños pululan sin rumbo por las calles de las ciudades chinas: vendedoras de flores, lisiados que se arrastran en carretas, pequeños que acompañan a otros mendigos o a músicos ciegos en los pasos subterráneos, jóvenes acróbatas o faquires callejeros.
Algunas fichas denuncian que las autoridades locales retiran a los niños perdidos de las calles cuando hay "visita oficial" de algún superior.
Pero "Baobeihuijia" también recoge casos de adultos que un día fueron niños perdidos y hoy buscan sus orígenes.
Como Jing Yong Long, que nació en 1981 y fue comprado por sus padres adoptivos a dos mujeres en una estación de autobuses del centro del país cuando tenía sólo un mes de vida.
Ahora busca a sus padres reales a través de internet, ya que los adoptivos "tienen otros hijos biológicos y me discriminan".
Más difícil lo tiene Bae Ai Qin, nacida en 1954, y cuyos únicos recuerdos de la temprana infancia son un pueblo con agua y unas casas de madera.
Desaparecida en 1961, desconoce su nombre real y sólo recuerda que de pequeña respondía al grito de "ya tou" (chiquilla en mandarín).
Los voluntarios de "Baobeihuijia" se trasladan en ocasiones a las calles para enseñar a niños y padres cómo evitar posibles secuestros.
En un reciente ensayo celebrado en una escuela de la ciudad oriental de Shenzen, 10 de los 15 "simulacros de secuestro" tuvieron "éxito" y los menores resultaron engañados.
Con estratagemas propias de los secuestradores, los voluntarios se hicieron pasar por compañeros de trabajo de los padres que venían a recoger a los niños, se ganaron su confianza y abandonaron la escuela de la mano con ellos.
"Lo importante es que ni profesores ni padres pierdan de vista ni un segundo a los niños", explicó Zhao, una voluntaria organizadora de la actividad, en el foro de "Baobeihuijia", que aún cuenta los días para lograr que algún bebé vuelva a casa.
¿Dónde están los niños perdidos de la China?
- En China, donde miles de niños se pierden o son raptados cada año, un nuevo proyecto gubernamental podría ayudar a localizar y prevenir las abducciones y el tráfico infantil.
A fines de mayo, China espera tener además de 200 centros de ADN listos para procesar y almacenar material genético para ayudar a detener el tráfico infantil, informó la BBC. Alrededor de 43 centros han sido ya establecidos.
Según The Associated Press, que cita el sitio Web de un ministerio del gobierno, las bases de datos de ADN almacenarán muestras de ADN de padres cuyos hijos hayan sido raptados. Los centros también obtendrán muestras de niños supuestamente secuestrados, además de “niños vagabundos con historiales poco claros.”
De acuerdo con la BBC, la rígida política de control de natalidad en China, que solamente permite un hijo por familia, ha causado el problema de tráfico en la nación. Dadas las preferencias culturales, los niños varones tienen un mayor riesgo de ser secuestrados que las niñas.
La política, sin embargo, ha sido aún más peligrosa para as bebés niñas, que han sido asesinadas, abortadas o abandonadas en crecientes números desde que entrara en efecto hace un cuarto de siglo, informó Reuters. Consiguientemente, 119 niños nacen por cada 100 niñas. Reuters notó que “este desequilibrio ha creado una demanda criminal por niños secuestrados o comprados, pero también por niñas destinadas a ser futuras novias y a atraer ricos ajuares.”
En enero del 2008, nueve víctimas secuestradas fueron reunidas con sus padres cuando una red de tráfico infantil fuera descubierta en China central.
De acuerdo con Reuters, que cita a la agencia de noticias Xinhua, la red era una operación familiar liderada por un hombre llamado Ye Zenghi. Aparentemente, el sobrino de 12 años de Ye utilizaba juguetes y comida para tentar a los niños entre 2 a 8 años a seguirlos, para luego llevárselos en una motocicleta.
Pero no todos los niños involucrados en esta red es raptado. De acuerdo con HumanTrafficking.org, padres necesitados suelen ser persuadidos a entregar a sus hijos a traficantes que les prometen que sus hijos les enviarán dinero.
COMO ES QUE TODAVIA EXISTE ESTE TIPO DE PERSONAS.. Y EN UN PAIS TA AVANSADO COMO DICEN QUE ES
ESO NO PUEDE SEGUIR ASI...HAY QUE HACERSE JUSTICIA !!
Niños secuestrado y vendidos como esclavos en China
Publicado por
Galvan
sábado, 13 de febrero de 2010
Los padres procedentes de Henan -una de las regiones más pobres y pobladas del país- "se gastaron todo el dinero que tenían y arriesgaron sus vidas para adentrarse en las montañas en busca de sus hijos", pero sólo lograron rescatar a 40, señala el diario. Porque salvar a los chicos, que se encontraban en poder de "matones" y guardas, no era fácil, según sus familiares. Los padres han denunciado que la policía "no sólo no les ayudaba, sino que incluso les impedía" liberarlos. Tras ser puesta en marcha la campaña de petición en Internet, la policía de Henan urgió a la de Shanxi a que participara en el rescate.
China es un lio son muchas personas viven todos juntos, no pueden tener mas de 2 hijos, Es una problematico secuestran a los ñinos. Nos e puede vivir ahi